LA FAZIENDA DE ULTRAMAR
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¿UNA EDICIÓN DIGITAL?  =  UNA EDICIÓN SOCIAL

No me fío de ningún editor. Ni siquera de mí mismo.
-Charles Faulhaber.

El primer y (hasta ahora) único editor de la Fazienda de Ultramar, Moshé Lazar, no contaba en 1965 con los recursos de que disponemos hoy día. Como en su momento comentó Pedro Sánchez-Prieto Borja, su edición "nació con carácter provisional, que se justificaba entonces por la necesidad de dar a conocer de manera inmediata tan importante texto"(1). Sin embargo, la Fazienda lleva pidiendo a gritos una nueva edición desde hace tiempo. A pesar de los enormes méritos del trabajo de Lazar (entre ellos la reconstrucción del orden de los folios donde están desordenados)–, la transcripción adolece de errores en la práctica totalidad de sus páginas, llegando incluso a omitir líneas completas de texto. Este aspecto es aún más problemático si se tiene en cuenta que esta (única) edición ha servido de base para la mayor parte de estudios sobre la obra, y que la mayoría de trabajos sobre la Fazienda se han centrado, además, en los aspectos lingüísticos de la misma.

Con la intención de ofrecer un texto fiable y limpio he tenido que contener no pocos impulsos editoriales. Desde un principio decidí no incluir correcciones al texto en aquellos lugares donde este está totalmente corrupto y la reconstrucción es extensa. Hay folios donde se lee, por ejemplo, "& eran como sy comyessen ebeuiessen" (f. 19rb). Sin embargo, según Éxodo 24:11 debería leerse "y vieron a Dios y comieron y bebieron" (obsérvese de paso que el antígrafo no pudo estar escrito en latín o hebreo, ya que no se explicaría el error de copia). Hay casos muchísimo más graves, como por ejemplo los episodios relativos a la construcción del Templo de Salomón, donde el texto es tan caótico que resulta ilegible. Sin realizar ningún tipo de corrección, lo único que indico en la transcripción son las lagunas y los casos en los que los copistas –en plural– suprimieron o añadieron texto.

Lazar trabajó directamente sobre el MS de la Fazienda; hoy tenemos facsímiles que nos permiten volver sobre el texto cuantas veces sea necesario. Lazar no pudo ofrecernos el facsímil al lado de su transcripción; hoy tenemos soportes (digitales e impresos) que nos permiten comparar original y transcripción en la misma página. Lazar no tuvo la oportunidad de alterar el contenido de su edición una vez publicada; hoy, las "nuevas" tecnologías permiten realizar proyectos interactivos que –¿por qué no?– se pueden (y deben) extender también a las Humanidades. Yo todavía no he visto una transcripción sin errores y –como Faulhaber– me fío poco o nada de los editores, incluyendo –por supuesto– al que suscribe. Por eso, y como conclusión a una larga conversación con Ramón Santiago Lacuesta y Pedro Sánchez-Prieto Borja, decidí postponer una posible edición impresa de la Fazienda y dar prioridad a una edición digital en la que el editor no tenga la última palabra.
 
Esta edición (semi)paleográfica, pues, va dirigida a los académicos, no al público general. No es una edición para leer, aunque algunos sí leemos este tipo de obras folio a folio. Es una edición para consultar el facsímil, la transcripción y las concordancias, y en la que se espera que los interesados puedan realizar cuantas aportaciones, correcciones y sugerencias crean necesarias. Es lo que Siemens et al. (2010) han denominado "edición social" (2), aunque aquí no se trata tanto de poner de manifiesto lo inadecuado de una edición en papel, sino más bien de admitir, simple y llanamente, que uno no tiene la última palabra, que toda transcripción (semi)paleográfica tiene mucho que corregir, y que las nuevas tecnologías permiten un grado de interacción sin precedentes. En palabras de C. Faulhaber, una edición social:


ofrecería en la web un espacio abierto, en el que todos los elementos necesarios para la constitución del texto estarían presentes: imágenes de los MSS, transcripciones, texto de las fuentes primarias, fuentes secundarias (estudios) relacionadas con el texto, todo ello dentro de un banco de datos en el que el usuario podría hacer pesquisas puntuales. Integradas con estos materiales habría herramientas analíticas, desde las ya clásicas de concordancias hasta programas que puedan automatizar el proceso de cotejo de los MSS (3).

Por ello, con esta transcripción espero no sólo ofrecer un texto limpio y fiable de la Fazienda de Ultramar, sino también un espacio abierto en el que todos los interesados puedan dejar sus comentarios, sugerencias y colaboraciones a través del correo electrónico. Toda aportación será, por supuesto, debidamente acreditada.





(1) Sánchez-Prieto Borja, P. "Fazienda de Ultramar". Diccionario filológico de literatura medieval española. Textos y transmisión. Eds. Carlos Alvar y José Manuel Lucía Mejías. Madrid:  Castalia, 2002. 494-97, p. 496.
(2). Siemens, Ray; Elkink, Mike; McColl, Alastair; et al. (2010). "Underpinnings of the social edition? A narrative." Online Humanities Scholarship: The Shape of Things to Come. Eds. Jerome McGann et al. Houston: Rice UP <http://cnx.org/content/m34335/latest>.
(3) Faulhaber, Charles. http://www.infoling.org/informacion/Review59.html.
Actualizado: 25/Ene/2023